A las puertas de la Navidad y cuando el frío nos recuerda que el invierno está por llegar, tenemos la excusa perfecta para hablar de las piscinas interiores. En un país como el nuestro donde tenemos una climatología tan propicia para poder disfrutar al aire libre durante casi dos tercios del año de nuestra piscina particular en el medio de nuestro jardín, en una azotea de cualquier hotel, en un camping o en la piscina pública de cualquier municipio. ¿Qué hacemos en el tercio del año restante y cuándo queremos seguir disfrutando de nuestro deporte favorito?. Las piscinas interiores son nuestra única opción para aprovechar de la piscina durante todo el año y probablemente, por lo que nos comentan nuestros clientes, es cuando la natación como deporte entra en su mayor dimensión.
Pero ¿qué debemos tener en cuenta para poder disfrutar de una piscina interior? Estas son unas pautas que debimos seguir:
Temperatura y Ambiente: Sin dejar de ser muy subjetivo y sobre todo algo que debe conciliarse con todos los usuarios, es recomendable que la temperatura del agua de la piscina este cercana a los 28 ºC, ideal para hacer deporte sin sentirse asfixiado. Para la temperatura ambiente también debe recomendarse entre dos o cuatro grados más alta que la del agua.
No resulta una tarea fácil armonizar la temperatura del agua y la del ambiente, pero si resulta algo primordial establecer una temperatura adecuada en cada zona. También es básico escoger un adecuado sistema de deshumidificación favoreciendo la preservación del local donde se encuentre la piscina.. La higrometría ideal se encuentra entre un 60 y un 70%. Por encima el aire saturado de agua crea un ambiente incómodo y favorece el desarrollo del moho. Por debajo del 60%, el aire estará demasiado seco.
Cubierta propia de la piscina, para mantener la temperatura del agua resulta imprescindible cubrir la propia piscina, pues un 80% de las calorías se pierden por superficie, así que para poder mantener el agua perfecta y una armonía de la climatología del recinto, debe utilizarse una de las múltiples soluciones que hay en el mercado actualmente para cubrir la piscina.
Todos los materiales de cualquier aparato que se encuentren dentro del recinto deben ser resistentes y deberían predominar los de titanio y de acero inoxidable, es decir los menos corrosivos pues de lo expuesto anteriormente y entendiendo la instalación de los adecuados aparatos para conseguir una climatología perfecta del ambiente, no deja de ser mucho más agresivo que un ambiente al aire libre.
La desinfección del agua de la piscina resulta imprescindible que sea automatizada para que pueda variarse por la propia maquina cuando se necesite mayor o menor desinfectante en cada momento y es muy recomendable olvidarse de la sal, elemento altamente corrosivo para el mantenimiento en lugares cerrados.
Por último la iluminación de las piscinas interiores resulta primordial y aconsejable que pueda optarse por unas lámparas leds RGB para poder escoger distintos colores y la combinación entre ellos dando la opción de conseguir múltiples opciones de iluminación.